En la callada noche
enciendo una vela,
su llama emite tu esencia.
Tu voz se esconde en el silencio,
tan suave y aturdidora
que las estrellas no cesan de vibrar.
La serenidad me cautiva,
evoco tu mirar,
emigro a tus rasgos y audaz temple,
como olas que me arrojan
a una plácida espuma.
En la callada noche,
donde al soñar
las sensaciones se materializan,
las almas se conectan,
los cuerpos se plasman,
percibo tu presencia.
A lo lejos,
la balada del viento
rompe la quietud.
Mi pensamiento se quiebra
y en cada grieta
la armonía de tu espíritu se impregna.
La melodía se apaga,
solo mi corazón intuye el ritmo
de tu latir creando una sinfonía
en la callada noche.
Informa: Zulema Bustamante C.