Prefieres lo asible
y darle ceremonia a cada almuerzo
que compartimos.
Proclamas la risa
como principal augurio de entrega.
Tu resistencia es inspiración
para los cuerpos cansados.
No saltas con violencia y preparas
los discursos como caricias de piel.
Es por ti que ya no escribo cartas
a los cobardes.
Esa voz que es carne
tuya – hogar.
Informa: Nerea Campos
Fotografía: Nelson Gómez