En pleno 2018 aún hay quien duda de
la existencia del cambio climático.
Como si nosotros, los seres más cambiantes
del mundo, nos pudiéramos permitir
dudar del cambio de nada.
Creo que será más fácil de
entender con un ejemplo.
-No han servido osos polares, ni fotos
del deshielo en los polos, así que tendré
que empezar por lo más impactante,
tendré que hablarles de sus ojos.-
A todos ustedes, los que dudan,
bienvenidos: Era invierno cuando le conocí,
en la calle, en mis piernas y en mi vida.
Seguíamos en invierno cuando le vi,
y aún así, pasamos de la nieve a los
claveles y las rosas en cadena,
brotando como rellenando de primavera
los huecos de una ciudad cualquiera.
Los huracanes, la erupción de
volcanes, el deshielo, la subida
imparable de toda temperatura,,
el desbordamiento, el mar subiendo,
las olas rompiendo.
Todo en el mismo momento.
Vivir todas las estaciones
en lo que dura un beso.
Eso, es el cambio climático.
Y si después de esto aún tienen
dudas…amen. Porque el mundo va
a terminar igual y si no me
creyeron, es porque nunca estuvieron
enamorados.
Pronostica: Tamara Martín