Si me ves y haces un gesto que ¡no!
No he de sufrir por ello, aunque lo contrario hago yo.
No, no soy yo, a quien abres sublime
y sin reparos las puertes del amor, no, ese no soy.

Aquél, que con tus gestos primarios, pueriles, gratificantes,
respondes con una sonrisa cruzando una aguda voz,
no, claro que no.

No, no soy yo.

Yo soy quien desdobla el alma en profundas palabras y desnuda voz,
en dislocadas sensaciones que no poseen la suficiente magia para turbar a vos.
Soy quien con ridículo semblante y suplicante reclamo contenido,
hace que mires a cualquier rincón.

Ese soy yo,
ese que se empeña incomprensible ante el dolor,
que guarda inútil ilusión, ese soy,
aquél que desaparecerá irremediable de tu recuerdo
sin que puedas advertirlo, ni tampoco Dios.

Porque sólo el que sufre sabe, que amor cuerdo, no es AMOR.
No soy yo y sí

 

Informa: Félix Reinoso

Fotografía: Lidia Llorente