Obvia ese ruido
que machaca tu cabeza,
te carga de ira
y te hace olvidar el dolor.
Obvia esos gritos
que sólo se preocupan de sí
mismos y aprende
de verdad a escuchar.
Escucha el grito de las selvas
agonizando por tu egoísmo,
de los mares arrasados
por tu voracidad
Escucha a este planeta
que un día te dio cobijo,
al que ni cuidas
ni amas, ni agradeces su hospitalidad.
Informa y dibuja: Beatriz Jiménez