Me tocó la manzana enferma de veneno.
Pero no caí en un dulce sueño
Ni vino el príncipe a salvarme.
Yo,
me levanté sola
y sin muletas.
Me comí las tristezas con patatas,
abolí mi propia pena de muerte,
fui más lista que el hambre
y me exilié del cuento para supervivir.
Informa: Trinidad Lucea
Artista polifacética, comprometida, perfeccionista, trabajadora incansable. Pinta y compone versos con la misma genialidad. Un talento fuera de lo común y una capacidad intelectual extraordinaria.